Decepcionante, penoso. Eso es lo que me
parece el informe de la Comisión Bravo. No se abordó la el problema de fondo:
pensiones miserables que deben ser mejoradas con un adecuado y justo
financiamiento.
En mi opinión ello se logra con el
sistema de reparto, que es el que funciona en casi todos los países del mundo,
con solidaridad y suficiencia necesarias para pensiones dignas.
Ahora bien, si se quiere mantener el
nefasto sistema de AFP, se podrían mejorar las pensiones reuniendo más fondos, por
ejemplo:
1.-
Aplicando el derecho vigente:
a)
Cumpliendo con los tratados internacionales de la Organización Internacional
del Trabajo (OIT), convenios números 35 al 38, al menos en cuanto a la triple
cotización (de trabajador, empleador y Estado) que prescriben, en cantidad
suficiente cada aporte, para asegurar pensiones decentes.
El aporte del 4% (en realidad sólo 2% iría a la cuenta individual), que
se propone es insuficiente. Si del aporte del 10% del trabajador hoy resulta
una pensión del 25% de las últimas remuneraciones, cuánto resultará del aumento
propuesto del 4% de cargo del empleador?. En el mejor de los casos 35% de las
últimas rentas, esto es, sigue la pobreza. Pues si usted ganaba $500.000 con el
aumento propuesto del 4% (que el empleador deduce de impuestos, por lo que en
la práctica también lo subvenciona el Estado, es decir, todos) obtendrá una
pensión de $175.000.Le alcanza considerando la vida que llevaba, y el costo de
la vida?, No. Es suficiente la propuesta? No. Ni hablar de la inmensa mayoría
de los chilenos, que gana menos de $300.000.-
Nada se dice de cotización suficiente del Estado. Que si la hiciera se
ahorraría dinero del inmenso gasto fiscal por Pensión Básica Solidaria y Aporte
Previsional Solidario, que por enorme que sea la suma de todos estos aportes
fiscales (para paliar algo las bajas pensiones), el incremento en cada pensión
que se obtenga del beneficio no la saca de su indignidad.
b) Que
la AFP indemnice al afiliado, restituyendo la pérdida, cuando éste ha perdido
dinero de sus fondos de pensiones por rentabilidad negativa. Cuando hay
rentabilidad negativa, hay pérdida de los fondos, y esto es, en casi todos los
casos, por una mala inversión, es decir, por una gestión negligente. Por lo que
la AFP, que es el administrador, gestor o mandatario, por una cuestión de
ética, debe responder pecuniariamente. Así lo regla el Código Civil chileno,
donde responsabiliza al mandatario (la AFP) de la culpa leve, y más
estrictamente que lo normal, por ser el mandato remunerado (por comisión),
según se dispone en el artículo 2129, aplicable al caso por así prescribirlo el
artículo 2118, ambos del Código de Bello. Entonces, cada vez que haya pérdida,
la AFP saca el dinero equivalente de su abultado bolsillo y lo entera en la
cuenta individual del afiliado.
2.- Que sobre una cierta cantidad de ganancia de la correspondiente
Administradora de Fondos de Pensiones, se forme un Fondo para ir en auxilio de
las pensiones de modo de hacerlas suficientes.
3.- Que los dueños de la respectiva Administradora de Fondos de Pensiones
sean los propios afiliados, de manera que las ganancias, hoy de las
Administradoras, vayan en beneficio de aquellos, financiando sus pensiones y
proyectos solidarios y empresas importantes, de cara a un mejor y más
equitativo desarrollo del país y mejor distribución del ingreso.
4.- Que se prescriba que
la AFP estatal (que se propone en el Informe Bravo colgándose de un proyecto en
trámite, que como está propuesto y planteado al parlamento es más de lo mismo)
una vez cubiertos los gastos fijos de la AFP para funcionar (sueldos de sus
empleados, consumo de servicios básicos, etc..) ésta repartirá sus utilidades entre
los afiliados para sus cuentas individuales. En pocos meses habría una
estampida a esa AFP estatal, a menos que las otras se adapten a la competencia
y también ofrezcan lo mismo, que hoy podrían hacer perfectamente.
5.- Atendido la realidad de una gran mayoría de
pensiones insuficientes, y consecuente imposibilidad de pensionarse por vejez,
que provoca a una inmensa cantidad de los afiliados, por tener que seguir
trabajando más allá de los 65 años, quedar fuera de la cobertura del seguro de
invalidez y sobrevivencia, y entonces ganancias de las compañías de seguros,
debería legislarse:
i) sobre una devolución a los afiliados, antes de
pensionarse por vejez, de las primas pagadas, con las que la compañía de
seguros ha obtenido durante años rentabilidad a su favor, y
ii) que no quede la persona fuera de la cobertura del
seguro de invalidez y sobrevivencia después de los 65 años, pudiendo el
afiliado después de esa edad, y siempre, pensionarse por invalidez y sus
beneficiarios de sobrevivencia acceder al aporte adicional en caso de
fallecimiento del afiliado.
El caso es que esta propuesta de “no
reforma” se ocupa de validar el dañiño sistema de AFP, de incrementar el
déficit fiscal mejorando un poco la cantidad de destinatarios de las migajas
con que se pretende aumentar mínimamente las miserables pensiones que siguen
igual de míseras.Y para que parezca reforma, se proponer fortalecer las
instancias institucionales al servicio del sistema privado de pensiones.
En
ninguna propuesta del Informe Bravo, como con la reforma del 2008, se le saca
un peso a la AFP. Al contrario, se les asegura más dinero por más comisiones
por más cotizaciones. Demasiado dudoso, entonces y ahora. Porque la propuesta
N°30, de que la comisión por las inversiones sean enteramente asumidas por las
AFP y no por los afiliados, es de una mínima justicia.
Como lo vaticiné en una columna (no hay
que ser pitoniso en este caso) ninguna propuesta es suficiente, sólo dipironas
para atacar una grangrena agresiva. Y varias beneficiosas para la industria
previsional privada.
Y pensar que la seguridad social digna
es un derecho fundamental irrenunciable de toda persona y un deber ineludible
del Estado, en cumplimiento de su obligación principal de buscar el bien común
de sus mandantes, los ciudadanos. Como debe hacerlo en materia de pensiones?,
fijando un sistema de pensiones decente, que dé pensiones dignas, que el
sistema de AFP chileno no da.
Y no es capaz de hacerlo porque es un
sistema se seguro privado, no de seguridad social, al servicio no de la gente
sino de los grandes capitales que financian campañas políticas de todos los
sectores y así aseguran un sistema abusivo, usurero, explotador.
Que ironía¡, celebramos estos días la
independencia de Chile, desde nuestra esclavitud por el señalado sistema infame
y sus servidores.
FELICITACIONES ESTIMADO PROFESOR.....GRACIAS POR LA CLARIDAD DE SUS EXPLICACIONES..NO + AFP EN CHILE..FEDERACIÓN USUARIOS AFP EN ARICA - PARINACOTA!!!
ResponderEliminarSaludos. ¿Por qué dejó de escribir en su blog?
ResponderEliminarEstimado señor Rivadeneira. Soy Trabajadora Social. ¿En qué forma puedo contactarlo para tratar algunos temas referentes al sistema de pensiones?
ResponderEliminarEl mío es mariradriru@yahoo.com
Muchas gracias desde ya.
Algún mail por favor.