sábado, 19 de septiembre de 2015

Informe de Comisión Bravo: 58 propuestas de “No reforma”, 58 aspirinas para “combatir” (validar) un cáncer agresivo y ramificado.

Decepcionante, penoso. Eso es lo que me parece el informe de la Comisión Bravo. No se abordó la el problema de fondo: pensiones miserables que deben ser mejoradas con un adecuado y justo financiamiento.
En mi opinión ello se logra con el sistema de reparto, que es el que funciona en casi todos los países del mundo, con solidaridad y suficiencia necesarias para pensiones dignas.
Ahora bien, si se quiere mantener el nefasto sistema de AFP, se podrían mejorar las pensiones reuniendo más fondos, por ejemplo:
1.- Aplicando el derecho vigente:
a) Cumpliendo con los tratados internacionales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), convenios números 35 al 38, al menos en cuanto a la triple cotización (de trabajador, empleador y Estado) que prescriben, en cantidad suficiente cada aporte, para asegurar pensiones decentes.
El aporte del 4% (en realidad sólo 2% iría a la cuenta individual), que se propone es insuficiente. Si del aporte del 10% del trabajador hoy resulta una pensión del 25% de las últimas remuneraciones, cuánto resultará del aumento propuesto del 4% de cargo del empleador?. En el mejor de los casos 35% de las últimas rentas, esto es, sigue la pobreza. Pues si usted ganaba $500.000 con el aumento propuesto del 4% (que el empleador deduce de impuestos, por lo que en la práctica también lo subvenciona el Estado, es decir, todos) obtendrá una pensión de $175.000.Le alcanza considerando la vida que llevaba, y el costo de la vida?, No. Es suficiente la propuesta? No. Ni hablar de la inmensa mayoría de los chilenos, que gana menos de $300.000.-
Nada se dice de cotización suficiente del Estado. Que si la hiciera se ahorraría dinero del inmenso gasto fiscal por Pensión Básica Solidaria y Aporte Previsional Solidario, que por enorme que sea la suma de todos estos aportes fiscales (para paliar algo las bajas pensiones), el incremento en cada pensión que se obtenga del beneficio no la saca de su indignidad.
b) Que la AFP indemnice al afiliado, restituyendo la pérdida, cuando éste ha perdido dinero de sus fondos de pensiones por rentabilidad negativa. Cuando hay rentabilidad negativa, hay pérdida de los fondos, y esto es, en casi todos los casos, por una mala inversión, es decir, por una gestión negligente. Por lo que la AFP, que es el administrador, gestor o mandatario, por una cuestión de ética, debe responder pecuniariamente. Así lo regla el Código Civil chileno, donde responsabiliza al mandatario (la AFP) de la culpa leve, y más estrictamente que lo normal, por ser el mandato remunerado (por comisión), según se dispone en el artículo 2129, aplicable al caso por así prescribirlo el artículo 2118, ambos del Código de Bello. Entonces, cada vez que haya pérdida, la AFP saca el dinero equivalente de su abultado bolsillo y lo entera en la cuenta individual del afiliado.
2.- Que sobre una cierta cantidad de ganancia de la correspondiente Administradora de Fondos de Pensiones, se forme un Fondo para ir en auxilio de las pensiones de modo de hacerlas suficientes.
3.- Que los dueños de la respectiva Administradora de Fondos de Pensiones sean los propios afiliados, de manera que las ganancias, hoy de las Administradoras, vayan en beneficio de aquellos, financiando sus pensiones y proyectos solidarios y empresas importantes, de cara a un mejor y más equitativo desarrollo del país y mejor distribución del ingreso.
4.- Que se prescriba que la AFP estatal (que se propone en el Informe Bravo colgándose de un proyecto en trámite, que como está propuesto y planteado al parlamento es más de lo mismo) una vez cubiertos los gastos fijos de la AFP para funcionar (sueldos de sus empleados, consumo de servicios básicos, etc..) ésta repartirá sus utilidades entre los afiliados para sus cuentas individuales. En pocos meses habría una estampida a esa AFP estatal, a menos que las otras se adapten a la competencia y también ofrezcan lo mismo, que hoy podrían hacer perfectamente.

5.- Atendido la realidad de una gran mayoría de pensiones insuficientes, y consecuente imposibilidad de pensionarse por vejez, que provoca a una inmensa cantidad de los afiliados, por tener que seguir trabajando más allá de los 65 años, quedar fuera de la cobertura del seguro de invalidez y sobrevivencia, y entonces ganancias de las compañías de seguros, debería legislarse:
i) sobre una devolución a los afiliados, antes de pensionarse por vejez, de las primas pagadas, con las que la compañía de seguros ha obtenido durante años rentabilidad a su favor, y
ii) que no quede la persona fuera de la cobertura del seguro de invalidez y sobrevivencia después de los 65 años, pudiendo el afiliado después de esa edad, y siempre, pensionarse por invalidez y sus beneficiarios de sobrevivencia acceder al aporte adicional en caso de fallecimiento del afiliado.

El caso es que esta propuesta de “no reforma” se ocupa de validar el dañiño sistema de AFP, de incrementar el déficit fiscal mejorando un poco la cantidad de destinatarios de las migajas con que se pretende aumentar mínimamente las miserables pensiones que siguen igual de míseras.Y para que parezca reforma, se proponer fortalecer las instancias institucionales al servicio del sistema privado de pensiones.
En ninguna propuesta del Informe Bravo, como con la reforma del 2008, se le saca un peso a la AFP. Al contrario, se les asegura más dinero por más comisiones por más cotizaciones. Demasiado dudoso, entonces y ahora. Porque la propuesta N°30, de que la comisión por las inversiones sean enteramente asumidas por las AFP y no por los afiliados, es de una mínima justicia.
Como lo vaticiné en una columna (no hay que ser pitoniso en este caso) ninguna propuesta es suficiente, sólo dipironas para atacar una grangrena agresiva. Y varias beneficiosas para la industria previsional privada.
Y pensar que la seguridad social digna es un derecho fundamental irrenunciable de toda persona y un deber ineludible del Estado, en cumplimiento de su obligación principal de buscar el bien común de sus mandantes, los ciudadanos. Como debe hacerlo en materia de pensiones?, fijando un sistema de pensiones decente, que dé pensiones dignas, que el sistema de AFP chileno no da.
Y no es capaz de hacerlo porque es un sistema se seguro privado, no de seguridad social, al servicio no de la gente sino de los grandes capitales que financian campañas políticas de todos los sectores y así aseguran un sistema abusivo, usurero, explotador.
Que ironía¡, celebramos estos días la independencia de Chile, desde nuestra esclavitud por el señalado sistema infame y sus servidores.


3 comentarios:

  1. FELICITACIONES ESTIMADO PROFESOR.....GRACIAS POR LA CLARIDAD DE SUS EXPLICACIONES..NO + AFP EN CHILE..FEDERACIÓN USUARIOS AFP EN ARICA - PARINACOTA!!!

    ResponderEliminar
  2. Saludos. ¿Por qué dejó de escribir en su blog?

    ResponderEliminar
  3. Estimado señor Rivadeneira. Soy Trabajadora Social. ¿En qué forma puedo contactarlo para tratar algunos temas referentes al sistema de pensiones?
    El mío es mariradriru@yahoo.com
    Muchas gracias desde ya.
    Algún mail por favor.

    ResponderEliminar