SISTEMA DE AFP, un desastre
social
El sistema de AFP ha resultado un
fracaso como medio para garantizar pensiones decentes para la mayoría de la
población, según lo indican las estadísticas oficiales (un 27,2% percibe pensión por menos de
$100.000; y un 53,4% por menos de $145.000), y como usted, querido lector, lo
vive con su actual jubilación o se lo anticipan cuando pide una simulación de
su pensión en su AFP, y eso que usan aquí supuestos ideales que no siempre se
cumplen. Lo que es o será su pensión representa muchísimo menos que sus últimas
rentas. Más que un fracaso, el Sistema es un desastre socioeconómico de
proporciones, es un camino a la pobreza, un drástico descenso en su poder
adquisitivo..
Usted señora, usted señor, que se
cambió del sistema antiguo al sistema de AFP, muchas veces presionado a
hacerlo, dígame que no se arrepiente todos los días por haberlo hecho.
La razón de las miserables jubilaciones
que da el Sistema de AFP está, para la mayoría de pensiones (las de vejez, un
70% del total), en que la única fuente de financiamiento es las cotizaciones
que en la generalidad de los casos lo son en base a rentas bajas. Por lo que lo
que se acumula es insuficiente para financiar la pensión durante el tiempo de
jubilación. Debiera cotizar también el Estado y el
empleador.
En el caso de las pensiones de
invalidez y sobrevivencia: de la forma de cálculo y porcentajes
aplicables, resulta una pensión baja.
Lo anterior ya es suficiente para
situarnos en la pobreza. Pero además hay otras circunstancias que atentan
contra una idónea acumulación de fondos, a saber:
a) Altísima evasión previsional, un 50% permanente, es decir, para cerca de
la mitad de los trabajadores no se enteran sus cotizaciones;
b) En relación con la mujer:
i) tradicionalmente gana un 30% menos que el hombre, entonces acumula 30% menos
de fondos.; ii) es más longeva que el hombre, por lo que vive más, hay más
meses de sobrevida que cubrir, entonces cada mensualidad de pensión será menor
mientras más vive; iii) si la mujer se dedica a criar personalmente los hijos y
no trabaja o trabaja media jornada, no recibe renta o recibe la mitad, por lo
que o no cotiza o cotiza menos. Este sistema desincentiva a la familia.
c)También
desincentiva formar familia otra circunstancia que contribuye a una menor
pensión: si tengo eventuales beneficiarios de pensión de sobrevivencia (hijo inválido
de cualquier edad, o hasta 18 años o 24 si estudian, cónyuge, madre o padre de
hijo de filiación no matrimonial tenido con el causante, o padres de ´´este) se
reservan fondos para esa eventual pensión y entonces los fondos que tengo
disponibles para financiar mi pensión de vejez serán menos y por lo tanto más
baja mi pensión que alguien que tenga menos familiares beneficiarios o no los
tenga;
d) Riesgos
financieros del Sistema: los fondos de los
afiliados se invierten en el mercado, y el mercado es esencialmente riesgoso.
No pocas veces hay rentabilidad negativa, y la positiva que pudiera haber no
incidirá mucho si el capital es poco, por integrarse sólo por cotizaciones del
trabajador. También resulta muy injusto
que el Sistema sólo es riesgoso para el trabajador, pues las AFP y las
compañías de seguros, ambas en manos de los grandes grupos económicos, no
pierden nunca, ganan siempre aunque pierda el trabajador. El afiliado asume todos
los riesgos: de desempleo, baja renta, familia numerosa, malas inversiones de
los fondos que trae rentabilidad negativa, longevidad, crisis económica, etc.
En definitiva este Sistema, que además genera un gran gasto social para el
Estado, no tiene nada de seguridad social, que busca evitar o disminuir a las
personas los riesgos sociales, y aquí la gente carga con ellos en beneficio de
los dueños del negocio.
¿Qué han hecho los políticos
durante estos 32 años del Sistema por corregir de verdad este
desastre social, aparte de asegurarse ellos adquiriendo acciones de las AFP que
impusieron, o ya en democracia aumentándose sus ingresos parlamentarios? Cuando aparezca
uno, sólo uno, que se la juegue por la cirugía mayor que se requiere para
corregir esta tragedia socioeconómica, tendrá mi voto.
Carlos Rivadeneira Martínez
Doctor en Derecho
Universidad de Salamanca
carlosrivadeneiramartinez.blogspot.com
@CARIVADENEIRAM