lunes, 29 de octubre de 2012

El sistema de AFP, un desastre social


SISTEMA DE AFP, un desastre social
            El sistema de AFP ha resultado un fracaso como medio para garantizar pensiones decentes para la mayoría de la población, según lo indican las estadísticas oficiales (un 27,2% percibe pensión por menos de $100.000; y un 53,4% por menos de $145.000), y como usted, querido lector, lo vive con su actual jubilación o se lo anticipan cuando pide una simulación de su pensión en su AFP, y eso que usan aquí supuestos ideales que no siempre se cumplen. Lo que es o será su pensión representa muchísimo menos que sus últimas rentas. Más que un fracaso, el Sistema es un desastre socioeconómico de proporciones, es un camino a la pobreza, un drástico descenso en su poder adquisitivo..
            Usted señora, usted señor, que se cambió del sistema antiguo al sistema de AFP, muchas veces presionado a hacerlo, dígame que no se arrepiente todos los días por haberlo hecho.
            La razón de las miserables jubilaciones que da el Sistema de AFP está, para la mayoría de pensiones (las de vejez, un 70% del total), en que la única fuente de financiamiento es las cotizaciones que en la generalidad de los casos lo son en base a rentas bajas. Por lo que lo que se acumula es insuficiente para financiar la pensión durante el tiempo de jubilación. Debiera cotizar también el Estado y el empleador.
            En el caso de las pensiones de invalidez y sobrevivencia: de la forma de cálculo y porcentajes aplicables,  resulta una pensión  baja.
            Lo anterior ya es suficiente para situarnos en la pobreza. Pero además hay otras circunstancias que atentan contra una idónea acumulación de fondos, a saber:
a) Altísima evasión previsional, un 50% permanente, es decir, para cerca de la mitad de los trabajadores no se enteran sus cotizaciones;
b) En relación con  la mujer: i) tradicionalmente gana un 30% menos que el hombre, entonces acumula 30% menos de fondos.; ii) es más longeva que el hombre, por lo que vive más, hay más meses de sobrevida que cubrir, entonces cada mensualidad de pensión será menor mientras más vive; iii) si la mujer se dedica a criar personalmente los hijos y no trabaja o trabaja media jornada, no recibe renta o recibe la mitad, por lo que o no cotiza o cotiza menos. Este sistema desincentiva a la familia.
c)También desincentiva formar familia otra circunstancia que contribuye a una menor pensión: si tengo eventuales beneficiarios de pensión de sobrevivencia (hijo inválido de cualquier edad, o hasta 18 años o 24 si estudian, cónyuge, madre o padre de hijo de filiación no matrimonial tenido con el causante, o padres de ´´este) se reservan fondos para esa eventual pensión y entonces los fondos que tengo disponibles para financiar mi pensión de vejez serán menos y por lo tanto más baja mi pensión que alguien que tenga menos familiares beneficiarios o no los tenga;
d) Riesgos financieros del Sistema: los fondos de los afiliados se invierten en el mercado, y el mercado es esencialmente riesgoso. No pocas veces hay rentabilidad negativa, y la positiva que pudiera haber no incidirá mucho si el capital es poco, por integrarse sólo por cotizaciones del trabajador.  También resulta muy injusto que el Sistema sólo es riesgoso para el trabajador, pues las AFP y las compañías de seguros, ambas en manos de los grandes grupos económicos, no pierden nunca, ganan siempre aunque pierda el trabajador. El afiliado asume todos los riesgos: de desempleo, baja renta, familia numerosa, malas inversiones de los fondos que trae rentabilidad negativa, longevidad, crisis económica, etc. En definitiva este Sistema, que además genera un gran gasto social para el Estado, no tiene nada de seguridad social, que busca evitar o disminuir a las personas los riesgos sociales, y aquí la gente carga con ellos en beneficio de los dueños del negocio.
¿Qué han hecho los políticos durante estos 32 años del Sistema por corregir de verdad este desastre social, aparte de asegurarse ellos adquiriendo acciones de las AFP que impusieron, o ya en democracia aumentándose  sus ingresos parlamentarios? Cuando aparezca uno, sólo uno, que se la juegue por la cirugía mayor que se requiere para corregir esta tragedia socioeconómica, tendrá mi voto.

Carlos Rivadeneira Martínez
Doctor en Derecho
Universidad de Salamanca
carlosrivadeneiramartinez.blogspot.com
@CARIVADENEIRAM